"No hay crisis con Marruecos", subrayó la portavoz del Ministerio francés de Exteriores en una conferencia de prensa al ser preguntada sobre unas sospechas de organizar una campaña contraria a los intereses de Marruecos.
El país galo insiste en que su relación bilateral no sólo es "excepcional", sino que tiene intención de mejorarla en los próximos años, según publicó la agencia EFE.
Sin embargo, las declaraciones diplomáticas desvelan la magnitud del distanciamiento entre los dos países. Rabat mandó varias señales del deterioro de las relaciones con el que era su mejor aliado.
Marruecos no ha nombrado a un embajador en París, puesto vacante desde octubre pasado, tras asignar al ex embajador en París, Mohamed Benchaabun, el cargo de director del Fondo de Inversiones Mohamed VI.
Asimismo, el jefe del Gobierno marroquí, Aziz Ajanouch incitó a Francia, en una entrevista en un periódico galo, a posicionarse en el diferendo del Sahara y dejar su posición de “un mero observador”.
La visita de la jefa de la diplomacia francesa, Catherine Colonna, a Rabat en diciembre era el último encuentro oficial entre los dos países.
Francia espera con mucha ansía que Raba proporcione una fecha para la visita oficial del presidente francés Manuel Macron a Marruecos.
Pero hasta que no tenga suficientes garantías de un apoyo sin fisuras al conflicto del Sahara, Rabat no dará su visto bueno para la celebración del viaje. París está llamada a tomar decisiones claras.
Hasta entonces, Rabat parece haber tomado cartas en el asunto.
Preguntada sobre la anulación por parte de Marruecos estos días de reuniones bilaterales de alto nivel con el responsable de la Dirección General del Armamento (DGA) y de una instancia de cooperación judicial, la portavoz, tal como lo ha adelantado el digital marroquí Le Desk, la responsable gala dijo que no tenía conocimiento de esas anulaciones.